Muy posiblemente los habitantes de la vieja Al Andalus ya supieran las provechosas propiedades de la granada, un potentísimo antioxidante y una viagra natural, y por eso recibieran a sus huéspedes ofreciéndoles una ración de esta fruta otoñal, bien en bayas o bien en un vaso de zumo.
El caso es que ahora que tengo excedentes de esta fruta, me decidí a probarla en cous cous, un plato tradicional marroquí y creo que ha sido una de las mayores sorpresas que me he llevado en la cocina en bastantes meses. Comparto aquí la receta por si alguien se anima.