Habrás escuchado muchas veces que donde mejor se aprende inglés es en la cama. En efecto, tener una pareja angloparlante motiva muchísimo para esforzarse con el vocabulario, la habilidad oral (sobre todo eso, la habilidad oral, es decir, el speaking) y el afinamiento de oído (listening). Pero como no todo el mundo, por el motivo que sea, puede permitirse el desmarque (o sí, depende), ofrecemos a continuación una serie de recursos gratuitos disponibles en internet para mejorar sustancialmente nuestra capacidad (siempre infravalorada por nosotros mismos) para comunicarnos en el idioma del ahora tan celebrado Charles Dickens.